viernes

Globo de hidrógeno

(Cuento de la serie "Historias de nunca acabar")

Desde Pico Truncado, Provincia de Santa Cruz, Capital Nacional del Hidrógeno, escribo estas líneas que...
-“Pa” ¿que es el hidrógeno?- preguntó "Ella"
-Ufa...me ves que empiezo a trabajar y comenzás a interrumpir -protestó “Pa”.
Cabello negro, tez trigueña, excoriaciones en ambas rodillas flacas por caídas de la bici, remera y bermuda, ojos marrones, dentadura con agujeros por los dientes de leche faltantes, es lo menos parecido a “El Principito” que hay, pero como él, cuando formula una pregunta no la olvida hasta obtener respuesta.
-El hidrógeno es un gas que no tiene olor, color o sabor, que es 14 veces más liviano que el aire...-
-O sea, ¿sirve para inflar globos que vuelen?
-Si -resignado a las interrupciones, respondió "Pa"- pero resultaría peligroso hacerlo porque explota muy fácilmente.

-¡Y para qué sirve entonces?, ¿dónde hay?
-Te decía que es más liviano que el aire y es el elemento más abundante del universo. Más del 99,99% del Universo es hidrógeno. El sol y todas las estrellas son de hidrógeno, algunos planetas, como Saturno y Júpiter también. Ahora, plis, dejame escribir... ¿si?
-¿Por qué Pico Truncado es la Capital Nacional del Hidrógeno si no está ni en Júpiter ni en Saturno- continuó "Ella" con sus preguntas.
-Porque en Pico Truncado se instaló la primera planta experimental de Latinoamérica, para obtener hidrógeno que pueda ser usado como combustible en los autos...-
-¿Combustible?- interrumpió "Ella"
-Si...como “nafta”...y también se puede usar para aumentar el volumen del gas que se usa para las estufas o las cocinas-
-¿Por qué sirve como nafta y como gas el hidrógeno?-
-Porque en presencia de oxígeno y con una chispa, arde, liberando calor, igual que la nafta o el gas de las cocinas, solo que deja agua como residuo, es decir, no contamina como los combustibles fósiles...-
-¿Fó...?-
-...los que derivan del petróleo -se apresuró a aclarar “Pa”.
-La seño nos habló de la crisis del petróleo y de la contaminación -se lució “Ella”- ¿El hidrógeno nos salva de las dos?
-Sí, es una de las salvaciones posibles. Por ahora resulta muy “caro” obtenerlo. Se obtiene a partir de aguas purificadas con filtros especiales y la molécula del agua, que está formada por dos hidrógenos y un oxígeno –“Pa” le mostró un dibujito con tres globitos que quería ser una molécula de agua- para ser “rota” -cruzó con una rayita las uniones de los globitos- en hidrógeno por un lado y oxígeno por el otro, precisa mucha energía...
-¿Más que la que se produce quemando hidrógeno para mover motores? -preguntó “El Escribidor”.
-Si, más -continuó “Pa”- Pero no todo debemos verlo como si fuera un supermercado: “invierto 2 vatios, quiero obtener 3”. A veces es necesario perder para ganar, bebota. Una plaza -ejemplificó “Pa”- no da ganancias en pesos, pero solo a un intendente loco se le ocurriría lotearlas y venderlas.-
Después de un instante siguió:
-En la Patagonia hay mucho viento…fácilmente transformable en energía, que se puede guardar en baterías o usarla para fabricar hidrógeno...se gana en preservación del medio ambiente-
-Bueno, dale, seguí trabajando- dijo “Ella” que había encontrado su muñeca favorita
...escribo estas líneas que me duele escribir, con referencia a la Planta Experimental de hidrógeno, que se inauguró en esta localidad hace dos años, con un costo de 1.000.000 de dólares -pese a que en su inicio, mientras el Dr. Kirchner era gobernador de Santa Cruz, se habían presupuestado 500.000 dólares-, invertidos por la Municipalidad -el pueblo- de Pico Truncado.
Los objetivos que llevaron a su construcción fueron:
• Mover con hidrógeno un vehículo experimental perteneciente a la Municipalidad de Pico Truncado
• Pasar en 2 años, a una etapa preindustrial de producción de hidrógeno y de oxígeno con la adquisición de un electrolizador más potente y compresores que permitan llevar estos gases a una presión de 218 atmósferas.
• En algún momento desarrollar la tecnología necesaria para fabricar motores especialmente diseñados para el uso de hidrógeno como combustible.
-¿Y qué pasó -intervino “Ella”, leyendo sobre el hombro de “Pa”.
-En otras partes del mundo existen autos fabricados para funcionar con hidrógeno -contestó “Pa” resignado-. Acá no. Se optó por reformar uno viejito, un Renault 9, que se transformó en Secreto de Estado, como muchas cosas en la ciudad: los resultados de los análisis del agua, los gastos de la muni que pide desde hace meses el Concejo Delirante, etc.-, terminó “Pa”, siempre muy inclinado a las digresiones.
“Quizá haya que perfeccionar algunos detalles de la inyección -se enroscó en sus pensamientos “Pa”- o jugarse y armar un motor que sea especial para hidrógeno...o comprarlo en algún otro país...o ejercer viveza criolla y “copiar” los planos...no... eso no... sería feíto”.
-¿Y eso que dijiste de etapa pre-no-se-qué? -preguntó “Ella” interrumpiendo los pensamientos de “Pa”.
-Pasar a la etapa pre-in-dus-trial -marcó bien la palabra “Pa”- significa comprar otras máquinas más potentes para separar el hidrógeno del oxígeno…electrolizadores se llaman. Ahora hay uno pequeño que, encima, no funciona bien porque tiene partes dañadas. O sea, cuando viene alguna autoridad a visitar la Planta, hay que salir a comprar hidrógeno por ahí, para poder mover el auto-
-Pero... ¿por qué?...¿no hay técnicos trabajando?-
-Si que los hay -sonrió satisfecho ante esa pregunta “Pa”- y de muy buen nivel...y con un compromiso real para llevar adelante todo, pero...
-Como dice “Ma”, “siempre hay un pero”. ¿Me dejás adivinar?: ¡No les pagan! -nuevamente quiso lucirse “Ella”.
-Exacto -reconoció “Pa”- La Provincia gira todos los meses 70.000 pesos para los sueldos a la muni, la muni se los entrega a la Asociación Argentina del Hidrógeno, que es la encargada de pagar los sueldos, “la patronal” digamos...pero los técnicos no cobran-
“Pa” iba a continuar escribiendo cuando dirigió en voz alta sus pensamientos a “Ella”, que sorprendida mientras maquillaba su muñeca, apenas prestó atención.
-En alguna parte de ese trayecto, se atrasa o se pierde el dinero de los sueldos. Hasta el mes pasado cobraban con atraso. En noviembre, estamos a 20 y aún no vieron un peso.
“Ella”, al parecer ajena al mundo, siguió maquillando su muñeca.
-Hace unos días distribuyeron, los técnicos, a los medios de comunicación una nota donde dicen esto y señalan que cada día están más lejanos los objetivos que al construir la Planta, se plantearon- continuó “Pa”, dirigiéndose al Escribidor de este cuento y a su vieja Olivetti.
-Les pagan en negro, los hacen pasar por monotributistas -ahora no lo para nadie a “Pa”, que embalado en su indignación, comienza a hablar sin importarle que nadie lo escuche, salvo el Escribidor, por supuesto, porque es su obligación: alguien debe escribir este cuento.
-Los técnicos aceptaron ser monotributistas por dos meses, con la promesa de pasar a ser empleados en regla, como corresponde a un emprendimiento de esta envergadura -seguía “Pa” dándole a la lengua- pero ya llevan más de dos años así, pese a tener que cumplir horario, pese a que reciben órdenes...es decir son empleados como cualquier dependiente de tienda, solo que especiales.
“Ella” cada tanto lo mira sin decir nada, mientras maquilla a su muñeca. El Escribidor, escribe a cinco manos por el apuro.
-Tampoco la Asociación Argentina del Hidrógeno repuso a los técnicos que cansados del manoseo y de sentir que estaban al pedo...estaban sin hacer nada, digo, renunciaron- se corrigió “Pa” al presentir el reproche de “Ella” por la palabrota.
-¿Quienes son la Asociación Argentina del Hidrógeno -saltó “Ella” haciendo caso omiso del exabrupto de “Pa”- ya los nombraste dos veces.
-Es una asociación con sede en Bariloche, que no se sabe bien por qué causas, quedó a cargo de la Planta. En estos momentos su presidente Hugo Misantrovic está paseando por...
-Ufa, a esta Olivetti le funciona mal el teclado y escribe cualquier cosa -intervino el Escribidor- espéreme un segundo que corrijo-
-...está dictando conferencias y perfeccionándose por China y muy probablemente buscando inversiones “para la Planta”. Es algo que viene haciendo desde hace un par de años- terminó “Pa”.
-¿Y quién le paga los pasajes?- quiso saber “Ella”.
-Sin dudas, nosotros, los contribuyentes, también los técnicos con sus sueldos no cobrados...y de algún otro chanchullo también saldrá algún dinerillo- dijo “Pa”, mientras notaba una mirada admonitoria en el Escribidor.
-Claro. Según dicen siempre vos y “Ma” -intervino “Ella” citando estas fuentes incontrovertibles- no va a ser el primero que se enriquezca y pasea por el mundo usando la plata que es del pueblo...-
-Shh nena -interrumpió el Escribidor- No digas eso que me comprometés y después me hacen juicio.
Y dirigiéndose a “Pa” agregó:
-Señor... ¿puede intervenir para que “Ella” no diga cosas que van a conseguir que este cuento no lo quiera publicar nadie?-
-Ud., señor, limítese a escribir con su Olivetti lo que decimos, esta es una charla privada entre un padre y su hija- y mirando con asquito a la máquina, agregó- A propósito, podría traer algo más moderno la próxima vez...¿no?
¡Bien dicho “Pa!- exclamó “Ella”, no se sabe si burlándose de la máquina vieja o sosteniendo lo de que esto es una conversación privada entre padre e hija, dirigiéndose al Escribidor que murmuraba por lo bajo algo relacionado con lo poco que le pagan por este trabajo.
-Bien dicho “Pa”- repitió “Ma”, que en ese momento cerraba la puerta de casa, volviendo de la carnicería.
-”Pa”, ¿y la muni, que hace?
-La muni de Pico Truncado dice que la planta es responsabilidad de la Asociación, pese a que en las últimas elecciones presentó su inauguración como un logro de esta administración reelecta...que en realidad lo fue, pero al tratarse de un proyecto de tal magnitud, entiendo que debiera preocuparse más.
-”Pa”, contame más de los científicos.
-Algunos de ellos ya renunciaron -dijo “Pa”, sentían y sienten que estar al estar al… en vano equis cantidad de horas en la planta es un despropósito, algo que los rebaja. De los que quedan muchos piensan igual, pero insisten en seguir peleándola para sacar adelante la planta -espetó de corrido “Pa”- También hay algunos que cobran y jamás fueron vistos por la Planta, salvo en las visitas de autoridades -musitó después de un significativo silencio “Pa”.
-¡Los ñoquis!- casi gritó “Ella”.
-¡Nena!- reprochó el Escribidor.
-Si, la historia de siempre -dijo “Pa” ignorando la intervención del Escribidor- También hay personas en Pico Truncado, que sin trabajar en la Planta, la sienten como propia -lo es- y están preocupados por lo que sucede en ella. Apoyan la lucha de los técnicos porque se sienten legítimamente orgullosos con este proyecto, que en definitiva pagamos todos.
“Pa” decía esto último mientras caminaba hacia la cocina para espiar qué estaba empezando a cocinar “Ma” para el almuerzo. “Ella”, al verse sola con el Escribidor, aprovechó para burlarse sacándole la lengua.
Satisfecho con su inspección, “Pa” volvió de la cocina con un trozo de pan embebido en tuco y continuó diciendo:
-Truncado también tiene una escuela de nivel terciario donde se capacita a los jóvenes para el desarrollo y utilización de las energías alternativas. Antes del fin de curso de este año vamos a ir a verlos para que nos cuenten de qué se trata. ¿Sí?, ahora sigamos con el hidrógeno.
-Sí. Me parece que el hidrógeno se está calentando- intervino “Ma” desde la cocina.
-¿Qué- preguntó “Pa” intrigado.
-Después te cuento la idea que se me cruzó mientras leía artículos viejos en tus archivos- respondió “Ma”- seguí ahora con “Ella”.
-Te decía -retomó “Pa”, dirigiéndose a “Ella”, quien había comenzado a desvestir la muñeca maquillada y por ende le prestaba poca atención- que para los truncadenses la Planta es un orgullo y por eso quieren, en su mayoría, que siga adelante.
Sin prestar atención al Escribidor, que le hacía señas, continuó
-Vos sabes que en el parque eólico hay cuatro molinos que nos dan buena parte de “la luz”...-
“Pa” se interrumpió y dirigiéndose al Escribidor del cuento -que aún cada tanto seguía haciendo señas -, le dijo:
-Oiga, si lo pone entre comillas, digo “energía”, no “la luz”. ¿A qué se deben tantas señas que hace, señor?
-Necesito ir al baño, señor.
-Vaya y vuelva rapidito que el almuerzo está casi listo- autorizó “Pa”.
El Escribidor fue y regresó en menos de dos minutos
-Gracias- dijo secamente mientras se sentaba junto a su máquina nuevamente.
-Te decía -insistió “Pa” hablando con “Ella” que aún trajinaba con su muñeca- que del parque eólico, Pico Truncado obtiene el 30% de la energía que consume.
Y mirando al Escribidor le preguntó:
-¿Le parece bien dicho así, señor Escribidor?-
El Escribidor, molesto, optó por volver a ser solamente una oreja que escucha y dos manos que escriben para terminar pronto: su hora de almuerzo había pasado hacía bastante.
-Esa energía -continuó “Pa”- también abastece la Planta y si encima contamos con hidrógeno barato para reemplazar parte de la nafta y el gas domiciliario...¡salvados!- se entusiasmó.
Imprimiendo un tono más confidencial a su voz continuó:
-Pero también hay quienes malician un negociado. Se cuentan algunas cosas feas que esta gente de la Asociación hizo en Necochea...y vos sabés que cuando el río suena...
-Hidrógeno dos, oxígeno lleva -concluyó la frase “Ma” desde la cocina, ante la evidente cara de disgusto del Escribidor, quien ya se imagina acosado por un par de sicarios “del poder”; que le van a menudear palos sobro su lomo de escriba.
-Si, hidrógeno dos, oxígeno lleva -aceptó “Pa” agregando- Esperemos que sean solo habladurías. Pero aún así deberían ser investigadas por las autoridades, porque de ser cierto lo que se habla sobre Necochea, significa que el pueblo de Pico Truncado y de Santa Cruz en general, corre el riesgo de ser defraudado por un grupejo que sólo busca su beneficio personal a toda costa.
-A propósito de “a toda costa” -dijo “Ma” abandonando la cocina- Te dije que estuve leyendo algunos artículos en tus archivos y me detuve especialmente en lo sucedido hace años en Río Tercero, donde para ocultar una venta ilegal de armas, hicieron volar un arsenal del ejército que mató personas y destruyó buena parte del pueblo.
Apretándose contra “Pa”, continuó, ante el evidente disgusto del Escribidor, a quien oprimir cada tecla de su Olivetti parecía costarle lo mismo que mover una pirámide egipcia, continuó diciendo:
-Esa fue la idea que se me cruzó: en Río Tercero, para intentar tapar todos los negociados, no hesitaron en hacer casi volar todo el pueblo y...
-¡Cruz diablo señora!- gritó el Escribidor mientras se ponía de pié de un salto, haciendo caer su Olivetti de la pequeña mesa en que estaba trabajando.
-¡Cruz diablo!- repitió. Y negándose totalmente a continuar escribiendo, se marchó a las apuradas de esa casa a ver si encontraba antes del fin de su horario de trabajo, otra casa donde se hablara de historias que no lo comprometieran a él. Que se yo, algo que tuviera que ver con paisajes y ríos y lagos patagónicos, con lunas y estrellas (¡ojo!, estrellas que no tengan hidrógeno).
(Cualquier parecido con la realidad...no es casualidad. Y ya lo asevera la cosmogonía hotentote/diaguito/lusitana: “Las historias que no son contadas, tienen el mal hábito de concretarse como realidades”...y ésta, como acabamos de ver, jamás fue terminada de escribir porque el Escribidor se fue enojado de la casa de “Ellos”).



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