martes

 Autoretrato

¡Uy...qué difícil va a ser esto!


Debo realizar un acto de magia y en pocos segundos comenzar a transformar esta página en blanco en un espejo y tenerlo listo para el taller literario de Mariano este jueves.

¡Pero si ni siquiera sé en qué tipo de espejo hay que convertirla!

¿Aquel común, sin biselado que descaradamente imita cada uno de mis gestos y duplica cada parte de mi anatomía?

Ese es el espejo que desde siempre conozco y en el que siempre rehúyo verme.

Dios no puso belleza ni en mi cara, ni en mis cabellos ni en mi cuerpo. Este último carente de músculos donde debiera ser generoso en ellos, excedido en grasas donde tendría que estar delgado y doblado donde se lo supondría enhiesto.

¡No!

Debo reconocer que a este tipo de espejos lo uso solo para lo indispensable: peinarme, lavarme los dientes, apretarme los barritos...y soy consciente que a veces exagero en mi afán por no ser retratado en ellos.

Más vale no malgastar mis escasas energías en hacer de esta hoja un duplicador de imágenes. Ellos no me proporcionan ningún placer y además puedo ir a comprar uno en cualquier vidriería por tres pesos.

Entonces... quizá... un espejo que muestre mis sentimientos, mis virtudes (y mis defectos).

Para mi conveniencia lo haría curvo, como los de los parques de diversiones y las ferias de gitanos.

Pero no todo curvado parejo.

¡No!

A mano izquierda sería convexo y a mano derecha cóncavo.

La parte izquierda mostraría agrandados, exageradamente agrandados, mis virtudes y mis buenos sentimientos -los que se albergan del lado del corazón- y así, por ejemplo, podría llamarla a ella y decirle:

"-Mirá, pero mirá que grande es lo que siento por vos".

Pero del otro lado, el lado de amarrocar guita, el de pelearme con el vecino, el de insultar de pies a cabeza al tarado que cruza su auto delante del mío, como es cóncavo, todo eso se va a ver chiquito, como dobladito para adentro y con pocas ganas de salir a hacer de las suyas.

También se magnificarían o achicarían (en ese espejo):

MI SOCIABILIDAD              Mi timidez

MI VALENTÍA                       Mi ira

MI LEALTAD                         Mi pereza

MI TOLERANCIA                  Mi glotonería

MI CABALLEROSIDAD        Mi machismo

MI LABORIOSIDAD             Mi negativismo



Aunque pensándolo bien, sería muy trabajoso ir por la vida con semejante espejo para mostrarle al mundo mis sentimientos tal y cual como NO son.

Y aparte de trabajoso, me vería monstruoso, una especie de Quasimodo moral con cosas ficticias sobresaliendo por acá y otras tratando de ocultarse por allá.

Prefiero admitir que a veces amo menos de lo deseable y otras veces puteo más que lo justificable.

¿Un espejo que muestre mi alma, tal vez?

¡No!

Mi pobre alma tan avasallada por mis recurrentes e irredentos pecados solo debe ser exhibida ante el Creador y pedirle a Él que se apiade de ella.

No creo que Él me dé bola en esto de pedirle piedad…Va a apuntar Su Soberano Pulgar hacia el suelo y mientras me mira furibundo, va a decir “subsuelo” y allá va a ir mi afligida alma al asador. Prefiero que por ahora se mantenga alejada de la mirada de los demás, pobrecita mi alma.

Uno que muestre mi inteligencia está absolutamente descartado, sería un espejito microscópico, o sea nadie vería siquiera al espejo.

Esto se pone peor.

A medida que más ahondo, más difícil se hace todo.

¿Quién fue el idiota que dijo "Conócete a ti mismo"?

Me parece que lo mejor va a ser agarrar a Mariano el jueves y decirle:

-Che Mariano, eso de hacer un autorretrato, a mí, me resulta complicadísimo. ¿No preferís que te lea el poema de amor que escribí para engancharme minitas? Dale, si este es un taller literario, no un consultorio psicológico.

Yo creo que el tipo va a agarrar viaje, total ¿a quién le interesa saber cómo me veo a mi mismo? (a mi no).


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